Re-sentimiento


...a base de no sentir

los mejores años de esta vida terminan devorándose 

devorándose a sí mismos.

Pretendía habitar una herida 

herida abierta,

con contrato,

contrato de permanencia.

Según pasaba cada año, una prisa más,

una prisa más hacia la vergüenza 

la vergüenza del "todavía no".

Por eso

para cuando quiera cicatrizar ya no quedarán plaquetas. 

Me llamaré gangrena,

eso:

anciano descarnado pero 

ya vivo,

al que no le restará más

que condenar sus días rememorando,

rememorando inmóvil

una ficción

que jamás logró salir de sí.